lunes, 8 de febrero de 2010

Carta a un descendiente

Querido hijo,

Si hasta ahora no has hecho nada de tu vida, hazlo. No sé cómo sean los signos de tus tiempos, pero hoy la cosa va de mal en peor. Se habla mucho de que cada vez hay más maldad y más violencia, pero realmente eso no es lo preocupante, siempre ha habido eso. Creo que es mucho más peligroso el vacío ideológico y existencial que vive la gente de mi tiempo, pero tu lo sabrás mejor que yo, tu estás viviendo las consecuencias de ese sinsentido. Por eso te digo, si no has hecho nada de tu vida, hazlo.

Busca el sentido de tu existir, busca la trascendencia de tu ser. No te pierdas en banalidades, sensacionalismos y momentos. Busca la eternidad, busca la permanencia, sólo así vas a poder ser feliz. Busca un maestro, un guía, un ejemplo, y aférrate a él. Que tus pasos tengan una dirección y que tu caminar terreno no sea vano.

Las personas con las que te vas a cruzar en ese camino van a durar poco. Así que aprovecha cada momento para servirlas, para ayudarlas, para amarlas. Ten muchos amigos, no hay mejor tesoro, y cuida su amistad, nunca la des por sentado.

Busca la fe en Dios, y busca compañeros en ésa fe. Tenlos como hermanos, como familia, como foco de amor en la tierra. Juntos luchen por preservar esa fe, por defenderla, por esparcirla.

Finalmente, te deseo esto, que busques a Cristo, que encuentres a Cristo, que ames a Cristo.

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