viernes, 31 de octubre de 2008

De Ingenieros

Despues de estar cuatro horas seguidas en un fraccionamiento haciendo un levantamiento topográfico, un descanso cae como anillo al dedo. Fuimos Raúl y yo al OXXO y volvimos con provisiones.

Entre tres y cuatro de la tarde pasa algo muy especial en cualquier lugar donde uno se encuentre. Es una hora en la que hay silencio y dicen por ahí que la tarde le roba diez minutos al reloj. Es un silencio de cierta manera natural. Los carros siguen transitando y la televisión haciendo ruido, pero la naturaleza guarda silencio. Los pájaros no cantan, el viento sólo silva a lo lejos, en fin, hasta los árboles, flores y plantes guardan silencio.

Afuera hacía un calor impresionante para estar en Guadalajara y el sol con sus rayos picaba a todo aquel que se atreviera a salir. Entramos a una construcción cuyo interior estaba fresco y ambientamos un poco el lugar con música de Delgadillo. Dos cubetas sirvieron de asientos y así abrimos la primer cerveza. El sonido de la botella siendo destapada es uno de los más bellos que alguien puede oír y el primer trago de cerveza helada después de tanto trabajo fue mágico. Es increíble como un sandwich, una bolsa de takis y dos cervezas en buena compañía pueden reponer de manera maravillosa el cansancio físico, mental y espiritual y dar fuerza suficiente para seguir midiendo otras tantas horas.

jueves, 30 de octubre de 2008

Estaba por un camino terregoso caminando con mi brazo completo al fin. Las botas hacen sonar cada paso e intento que lo hagan lo menos posible. Voy por la orilla del camino intentando esconder mi cuerpo con la maleza.

Hay un venado bebé recostado sobre el tronco de un árbol que ha sido talado por leñadores (el árbol no el venado). Al verme corre y al yo seguirlo me encuentro con su mamá. Ambos corren hacia el bosque tupido (¿así se llamaba el bosque?) y desaparecen. Me siento sobre el frío suelo en espera del macho que pueda estar por ahí.

En eso se atraviesa una creatura gatuna salvaje de un tamaño impresionante. Volteo a ver al animal y me contesta con una mirada fija y penetrante. Bajo la bala, apunto y veo impresionado como un conejo aún más grande que el gato se coloca algunos metros atrás (del gato no de mí).

Lo bueno es que mi tío me la hizo fácil cuando desesperado por mi tardanza va a buscarme en su camioneta negra y ambos animales huyen despavoridos.

sábado, 25 de octubre de 2008

La misma luna

La noche cubría a la lluvia, la lluvia a Nueva Aventura, ah no, ese es otro cuento. ¿En qué iba? La noche cubría la ciudad (que a final de cuentas también representa una "nueva aventura") en el cielo mi amiga que hace unos días era brillante y redonda es ahora una línea apenas perceptible de luz blanca. Supongo que tiene que cederle (aunque sea por poco tiempo)la soberanía del cielo nocturno a las estrellas.

Unas vías interminables hacia atrás e interminables hacia adelante. El caminante caminaba paso a paso como quien sabe la dirección en la que va pero no sabe su destino ni mucho menos el tiempo que le tomará llegar a él. Las piedras resuenan con cada paso que da y la brisa acaricia su cara como ayer y como mañana. Lo único que podría hacer que se saliera del camino sería un tren, y como todo el mundo sabe los trenes solo pasan unas pocas veces al día y no tardan más de diez minutos en desaparecer.

Catorce pensamientos revolotean en su cabeza. Nueve en el pasado, uno en el presente y cuatro en el futuro. Las del pasado son personas extrañadas y momentos que no se van a repetir. Las del futuro incierto sobre problemas mundanos y sobre todo situaciones incompletas que están tardando mucho en concretarse. ¿Y el presente? apenas y se presenta. Si hay un pensamiento en el presente es nadamás por la alegría que siente al ir de la mano de Dios. Por que no hay nada màs. ¿Hace falta algo más?

Un tecolote muestra por tercera vez su blancura sobre el cielo oscuro. Su suave ulular y su aleteo van como sincronizados con la brisa fresca, y el sonido de sus pasos. ¿Qué hace un tecolote en el centro de una ciudad como ésta? Quizá es que ésta zona de la ciudad pudiera no ser considerada como urbana. Es una zona digamos pequeña pero en ella se ven muchas cosas. Desde pájaros coloridos hasta perros saltando con alegría entre las plantas y flores de cinco colores diferentes. Pero esta noche las flores están dormidas exhaustas de mostrar su belleza durante todo el día. Y sólo se ve la luna incompleta, el tecolote ululando, las vías eternas, el jóven pensando, sus pasos sonando y su soledad bien acompañada.

martes, 21 de octubre de 2008

Manejaba en dirección indefinida cuando veo dos mujeres (¿niñas?) en la orilla del camino. Una está vestida casual y la otra de vestido negro y un velo cubre su cara. Llora y la primera la consuela. Al ir con ellas doyme cuenta que ha muerto la madre de su madre. ¿Por qué no lo sabía? El funeral era tipo gringo y había un montón de caras indistintas pero conocidas. La gente platicaba cual reunión social, nótese el señor (¿o jóven?) de traje gris con la copa en la mano. Las paredes blancas con acabados de madera al raz del suelo. Un ataúd en medio de todos y una columna estorbando la mitad de la vista de la escena. El murmullo de muchas conversaciones y una niña (¿mujer?) siendo consolada por su amiga y su amigo parado a un lado incapaz de reaccionar de manera correcta.

domingo, 19 de octubre de 2008

Un carro (rojo) y una pendiente. Curvas y velocidad. Acelera y él (que va de copiloto) tiene miedo. Curvas y curvas interminables en un camino de terrazería. Una sierra sobre la que va el pequeño carro dejándo una estela de polvo café a su paso. Árboles alrededor y cuando la cherokee (roja) manejada por ella pasa en sentido contrario, viene la calma.

miércoles, 15 de octubre de 2008

Caraluna

El niño la mira, mira.
La niña la está mirando.

El viento refresca cual aliento suspirante. El rocío depositado en el pasto acaricia a quien lo visita a esta hora. Y quien lo visita suspira cual viento refrescante.

Oh luna, luna, luna. La muy floja se durmió temprano anoche y quiere compensarlo. Su cara se ilumina de verlos. Conoce su amor, sobre todo su amor por el Creador, y el amor del Creador por ellos. ¿Cómo no iba a saludarlos con tal entusiasmo? cuando uno de sus principales propósitos es ser una gran y hermosa muestra de Su amor por él y por ella.

Ay Luna, luna, luna. De verte se queda pensando, de sentir en la noche fresca tu abrazo. De verte el universo se expande y su ser se hace pequeño. El viento no debía soplar, y no sopló. El pasto no debía de susurrar, y no susurró. El grillo no debía cantar, y no cantó. Sus mentes de niños, sus corazones gigantes, Su amor infinito, y la luna brillando. Ésa hora en la que el tiempo es estático o, más bien, eterno.

La niña la mira, mira.
El niño la está mirando.

miércoles, 1 de octubre de 2008

Ojos que no ven, corazón que siente más

Siento (así de mal estoy) por primera vez que estar lejos no es fácil. Yo lo sabía, en teoría. En general mi pensamiento era: "las cosas van a ser iguales, simplemente los eventos van a ser más distantes entre sí". Dicho de otra manera, en vez de que sepas de tus amigos todos los días, vas a saber de ellos cada semana. El problema es que la situación es un tanto más complicada.

Resulta que pasa un fenómeno peculiar, sigo hablando con mis amigos, y se podría decir que bastante o "suficiente". El problema es que la mayoría de mis conversaciones carecen de profundidad. Se reducen a enumerar las actividades o situaciones en las que nos encontramos. Ya no contamos nuestros problemas y sobre todo alegrías reales y diarias. Mucho menos compartimos pensamientos, planes y esperanzas. Estos amigos se van perdiendo poco a poco y temo que tarde o temprano cuando queramos retomar la amistad, ya no haya punto de partida para hacerlo. Simplemente llegar a tal grado de distanciamiento que cuando quiera volver a mi amigo, ya no lo reconozca.

La principal razón por la que pasa esto, es por que en realidad, o no estamos acostumbrados a hablar por msn,o no eran tan amigos. En el primer caso no me preocupo, por que es gente que yo se que cuando nuestros caminos se vuelvan a encontrar la amistad va a seguir intacta, solo que nos tardaremos un rato (no más de 5 minutos) en poner nuestras vidas al corriente. En el segundo caso lo más probable es que la distancia mate la amistad, si es que se le puede llamar así a lo que teníamos.

Pero estoy generalizando, en realidad hay con quienes las conversaciones si son bastante profundas, desgraciadamente los puedo contar con una mano y me sobran dedos. El inconveniente es que surge un problema mayor: extraño con mayor intensidad. Supongo que esto sucede por que se nota con facilidad la aparente falta de un abrazo o alguna muestra de cariño impedidos por la distancia.

Las soluciones mundanas: o dejas de tratar a esas amistades y te consigues otras en donde estás, o intentas seguir con esas amistades y te quedas en el pasado, lo cual no es sano. Las soluciones que considero un cristiano pudiera tomar, considerando que estoy donde estoy por que Él lo quiere: pudiera pensar que Dios quiere que cambie de amistades y ambiente totalmente, o simplemente que han estado en mi vida por una razón y extrañarlas es simplemente una cruz más que hay que cargar.

Entonces tenemos varios problemas. En las conversaciones sencillas de las que hable al principio, la solución es sencilla. Con los que hablo poco y no son mis amigos de verdad, cuando los vuelva a ver será simplemente como ver a un conocido más. Las personas con las que hablo poco y son mis amigos de verdad, seguirán siendolo a pesar de todo, y aun que las extrañe mucho, no hay mas que seguir haciéndolo y esperar. Con las personas que hablo más se complica.

Si fuera alguien del mundo estaría realmente perdido creo yo. Seguir con amistades de ese nivel a una distancia tan grande en verdad no sería sano. Creo que solo se lastimarían las personas (sin sentido), además según el mundo aunque nos volvieramos a encontrar algún día, "las cosas no serían iguales" y no habría valido la pena tanto sufrimiento. Como alguien me dijo alguna vez, poco a poco la amistad ira disminuyendo hasta que ya no quede nada. La respuesta lógica mundana sería olvidar y encontrar nuevas personas a las que pueda llamar amigos y amigas. Sin embargo esto me dejaría total y completamente insatisfecho como persona. ¿De qué sirvieron 18 años de formar una vida de amistades si al final todo fue para nada?

Gracias a Dios soy cristiano. Se simplifica un poco, ahora hay que encontrarle un significado profundo a estas simplificaciones. ¿Qué pasa si Dios quiere que cambie de amistades, relaciones y ambiente? Entonces seguir en contacto sería ir en contra de su voluntad. Sería lo primero que pensaría alguien si es mandado lejos por Su voluntad. Pero entonces se estaría perdiendo el significado profundo del viaje en sí. No pretendo descifrar en su totalidad los planes que Dios tiene para mí, pero dadas las cosas que han ido pasando me puedo ir dando una idea. Una cosa sé, y es que solo gracias a Dios he seguido en contacto con las personas que quiero, y solo gracias a Él se ha dado tal comunicación que he llegado a extrañar como nunca lo había hecho en mi vida. También sé que por algo Dios ha puesto a ciertas personas en ciertos momentos de mi vida, formando lazos que humanamente son dificiles de explicar y también que por algo no estoy con ellas en este momento.

Ahora, a final de cuentas el significado que le quiero dar es el último planteado: la cruz. Podrá sonar a redundancia, pero por lo ya planteado antes, es la única solución a mi problema. Entonces habrá que escoger entre seguir hablando con mis amistades o mantener más distancia por decirlo así. Por que nos guste o no, la comunicación acorta distancias. Sin embargo no es lo único que lo hace. Mantener una comunión espiritual entre las personas queridas, entiéndase compartir el amor hacia Dios, es una comunicación más fuerte que la humana.

A estas alturas cortar de tajo la comunicación sería imposible con ciertas personas, aún más la comunión. Pero cada caso es particular, y hay con quienes puedo seguir hablando, y por lo tanto extrañando y sufriendo, y esa es mi cruz y mi alegría y mi consuelo. Pero hay otras personas con las que ya no se puede hablar, por que la amistad es muy grande y la comunicación muy poca, entonces nos queda solo el compartir el amor que sentimos hacia Dios en todo momento. Mi único consuelo cuando me acuerdo de esas personas y no puedo hablar con ellas, es pedirle a Dios que las cuide y las ame por mi mientras no estoy a su lado, y mi cruz en ese caso es no poder hacerlo yo mismo. Me aferro a no perder la distancia espiritual, por que si nuestros cuerpos están separados no hay problema, pero si nuestras almas, sentimientos y pensamientos empiezan a divagar en mundos distintos, entonces de verdad la amistad por más grande que pudiera ser, moriría en un instante.