miércoles, 26 de agosto de 2009

Cuando te veo vivir de modo contrario a la razón, ¿cómo te llamaré, hombre o bestia?
Cuando te veo arrebatar las cosas de los demás, ¿cómo te llamaré, hombre o lobo?
Cuando te veo engañar a los demás, ¿cómo te llamaré, hombre o serpiente?
Cuando te veo obrar neciamente, ¿cómo te llamaré, hombre o asno?
Cuando te veo sumergido en la lujuria, ¿Cómo te llamaré, hombre o puerco?
Peor todavía. Por que cada bestia tiene un solo vicio: el lobo es ladrón, la serpiente mentirosa, el puerco sucio; pero el hombre puede reunir los vicios de todos los brutos.

"San Juan Crisóstomo: Migne, Patrología Latina,LV,500"

lunes, 24 de agosto de 2009

A veces me pregunto sobre el culpable real de la situación actual del cristianismo en el mundo (y en lo particular). Es decir, hace más de 2000 años que Dios se hizo hombre y, lejos de haber acogido su mensaje, la mayoría de los hombres viven como si la vida terrena fuera el principio y el fin de su existir. Se dijo "amarás a Dios" y deciden amar el dinero, "no jurarás" y se respeta menos a Dios que de los animales. También se dijo que "hay que amar al prójimo" y los rencores, burlas, fraudes, asesinatos, calumnias, etc. son cosa diaria. "Perdona siete veces siete al enemigo" y a veces ni siquiera una vez se perdona a quien está verdaderamente arrepentido. "No hay que acumular tesoros en la tierra si no en el cielo" y la vida se nos pasa buscando poder, conocimiento, prestigio y dinero. "Dad de comer al hambriento, de beber al sediento, de vestir al desnudo, visita al enfermo, al preso y hospeda al extraño" y todavía no logramos ni siquiera entre nosotros mismos darnos un poco tiempo para los demás. Y bueno fuera que estuviera hablando de gente que no cree, no, estoy hablando de católicos creyentes, incluso comprometidos. ¡Qué fácil se puede torcer o evadir lo que dice en el evangelio!

Lo más triste es que cuando llega el momento de contestarme, me doy cuenta que si no vemos el reino de los cielos aquí en la tierra, ni los milagros y las conversiones como alguna vez se daban, es por que, además de la falta de fe, a los católicos comprometidos nos falta tomar conciencia de que no hay que bajar la guardia ni un solo instante. De que si nosotros no lo hacemos nadie más lo va a hacer. De que morir por Cristo hoy es el morir diario y la perseverancia apostólica, que lejos de llevarnos a un martirio nos llevará a un desprecio de la sociedad. Ser los radicales entre los radicales no es una opción, es una necesidad. La permisividad, secularización y apostasía es lo que nos tienen como estamos. Buscar cambiar eso nos corresponde y sin una actitud de mejora espiritual continua y de entrega total a Dios y al prójimo nada podemos hacer. Con Dios no hay medias tintas, o estás con Él y le entregas todo construyendo, o estás contra Él y destruyes (aun que creas que "no haces nada malo"). Hay que darnos cuenta que la vida espiritual y, más concretamente, Dios no es solo una parte importante de nuestra vida sino lo MÁS importante y por lo tanto algo que, independientemente de las actividades mundanas que hagamos, tenemos que tener siempre presente.

A veces creo que tiene razón quien dijo que vivimos en una era de enanos en comparación de los gigantes de antaño. ¡Desmintamos eso!

)2.
...a lo que iba antes de divagar en blogs ajenos (por cierto muy interesantes)

Hoy me sacaron sangre simplemente para hacer unas pruebas y posteriormente donar sangre. El caso es que estando sentado en el primer piquete, intentando que mi cabeza produjera un pensamiento obsceno (fuera de escena), pasó por segunda vez: mi pensamiento se hizo cada vez más nítido, vivo, real. Luego los colores se entremezclaron y lo que en un principio era solo una imagen se convirtió en una serie de acontecimientos relacionados pero distantes entre sí. Una secuencia de penas y alegrías, de desesperos, desengaños y desmadres, de recuerdos y proyecciones, de añoranza y esperanza. Y como si hubiera pasado una eternidad a la vez de un instante se mezcló en el sueño un tipejo de bata blanca diciéndome (¿ordenándome?) que respirara profundamente.

No tengo fobia a que me saquen sangre ni mucho menos, pero es la segunda vez que me desmayo y necesito saber el por qué. La hipótesis principal es que hay una sugestión extraña en algún lugar de mi cuerpo, pero es más probable que sea algo más místico e interesante.

)2.