lunes, 26 de octubre de 2009

Desafase, eventos aislados y lo que sigue

Debo confesar que en los últimos momentos he estado meditando sobre toda esta historia del camino, en particular en lo que se refiere al fresno. Y hay varias cosas que en este momento no cuadran en mi memoria (infeliz limitación humana). Es muy probable que todo lo anteriormente descrito esté mal ubicado temporalmente, sin embargo para mi lector debe de ser más que comprensible sabiendo que lo importante en esto es la situación espiritual que se vivió en la fraternidad así como los hechos que la propiciarón y algunos otros que me parece interesante recordar. Por lo tanto queda en segundo o tercer término la cronología como tal y vamos a partir del supuesto de que es correcta para fines prácticos.

Algunos de los hechos que no pude plasmar por su auscencia temporal fueron: Un visiteo que estoy seguro que tuve con Ale, cuando ya se sentía mal pero antes de que se fuera. Una buena platicada bajo la luz de la luna y las estrellas sobre el techo del lugar en el que estábamos. La celebración del Jueves Santo, de la cual no recuerdo practicamente nada, ni lavatorio de pies ni ninguno de los signos que la acompañan (como dato cultural histórico en ese entonces no se acostumbraba en el DIEC la representación de compartir los panes benditos ni la velada perpetua de oración). Es también probable que dentro de dicho desfase realmente la celebración privada que tuvimos fuese en jueves y no en miércoles como dije en la entrada anterior, pero no cuadraría con el hecho de que Ale estaba ahí cuando granizó y que precisamente esa fue la razón de que la celebración fuera privada.

Otro momento que no recuerdo cuado sucedió fue el de Chayo trayendo el Santísimo desde la capilla. Fue sólo y de noche, y regresando me contó sobre unos perros que estaban ladre y ladre, y sólo cuando pasó el Señor enfrente de ellos se callaron y se quedaron contemplativos, si es que un perro puede contemplar.

Estoy casi seguro que el jueves por la noche tuvimos una oración en la capilla con las luces apagadas y un padre nuestro en un pequeño círculo alrededor del sagrario que por alguna razón tengo bastante presente. También el jueves recuerdo haberme preocupado bastante por el viacrusis del día siguiente, a lo cual chayo solo me tranquilizaba diciendo que todo iba a salir bien con el favor de Dios.

En fin, proseguiré en la siguiente entrada a partir de la mañana del viernes santo si no tiene ningún inconveniente mi lector, para la cual parece tengo recuerdos un poco más vívidos.

1 comentario:

Karla Edith dijo...

eso te pasa por dejar pasar tanto tiempo.. hasta yo me tuve que ir para atras a leer nuevamente jajajaja