miércoles, 1 de octubre de 2008

Ojos que no ven, corazón que siente más

Siento (así de mal estoy) por primera vez que estar lejos no es fácil. Yo lo sabía, en teoría. En general mi pensamiento era: "las cosas van a ser iguales, simplemente los eventos van a ser más distantes entre sí". Dicho de otra manera, en vez de que sepas de tus amigos todos los días, vas a saber de ellos cada semana. El problema es que la situación es un tanto más complicada.

Resulta que pasa un fenómeno peculiar, sigo hablando con mis amigos, y se podría decir que bastante o "suficiente". El problema es que la mayoría de mis conversaciones carecen de profundidad. Se reducen a enumerar las actividades o situaciones en las que nos encontramos. Ya no contamos nuestros problemas y sobre todo alegrías reales y diarias. Mucho menos compartimos pensamientos, planes y esperanzas. Estos amigos se van perdiendo poco a poco y temo que tarde o temprano cuando queramos retomar la amistad, ya no haya punto de partida para hacerlo. Simplemente llegar a tal grado de distanciamiento que cuando quiera volver a mi amigo, ya no lo reconozca.

La principal razón por la que pasa esto, es por que en realidad, o no estamos acostumbrados a hablar por msn,o no eran tan amigos. En el primer caso no me preocupo, por que es gente que yo se que cuando nuestros caminos se vuelvan a encontrar la amistad va a seguir intacta, solo que nos tardaremos un rato (no más de 5 minutos) en poner nuestras vidas al corriente. En el segundo caso lo más probable es que la distancia mate la amistad, si es que se le puede llamar así a lo que teníamos.

Pero estoy generalizando, en realidad hay con quienes las conversaciones si son bastante profundas, desgraciadamente los puedo contar con una mano y me sobran dedos. El inconveniente es que surge un problema mayor: extraño con mayor intensidad. Supongo que esto sucede por que se nota con facilidad la aparente falta de un abrazo o alguna muestra de cariño impedidos por la distancia.

Las soluciones mundanas: o dejas de tratar a esas amistades y te consigues otras en donde estás, o intentas seguir con esas amistades y te quedas en el pasado, lo cual no es sano. Las soluciones que considero un cristiano pudiera tomar, considerando que estoy donde estoy por que Él lo quiere: pudiera pensar que Dios quiere que cambie de amistades y ambiente totalmente, o simplemente que han estado en mi vida por una razón y extrañarlas es simplemente una cruz más que hay que cargar.

Entonces tenemos varios problemas. En las conversaciones sencillas de las que hable al principio, la solución es sencilla. Con los que hablo poco y no son mis amigos de verdad, cuando los vuelva a ver será simplemente como ver a un conocido más. Las personas con las que hablo poco y son mis amigos de verdad, seguirán siendolo a pesar de todo, y aun que las extrañe mucho, no hay mas que seguir haciéndolo y esperar. Con las personas que hablo más se complica.

Si fuera alguien del mundo estaría realmente perdido creo yo. Seguir con amistades de ese nivel a una distancia tan grande en verdad no sería sano. Creo que solo se lastimarían las personas (sin sentido), además según el mundo aunque nos volvieramos a encontrar algún día, "las cosas no serían iguales" y no habría valido la pena tanto sufrimiento. Como alguien me dijo alguna vez, poco a poco la amistad ira disminuyendo hasta que ya no quede nada. La respuesta lógica mundana sería olvidar y encontrar nuevas personas a las que pueda llamar amigos y amigas. Sin embargo esto me dejaría total y completamente insatisfecho como persona. ¿De qué sirvieron 18 años de formar una vida de amistades si al final todo fue para nada?

Gracias a Dios soy cristiano. Se simplifica un poco, ahora hay que encontrarle un significado profundo a estas simplificaciones. ¿Qué pasa si Dios quiere que cambie de amistades, relaciones y ambiente? Entonces seguir en contacto sería ir en contra de su voluntad. Sería lo primero que pensaría alguien si es mandado lejos por Su voluntad. Pero entonces se estaría perdiendo el significado profundo del viaje en sí. No pretendo descifrar en su totalidad los planes que Dios tiene para mí, pero dadas las cosas que han ido pasando me puedo ir dando una idea. Una cosa sé, y es que solo gracias a Dios he seguido en contacto con las personas que quiero, y solo gracias a Él se ha dado tal comunicación que he llegado a extrañar como nunca lo había hecho en mi vida. También sé que por algo Dios ha puesto a ciertas personas en ciertos momentos de mi vida, formando lazos que humanamente son dificiles de explicar y también que por algo no estoy con ellas en este momento.

Ahora, a final de cuentas el significado que le quiero dar es el último planteado: la cruz. Podrá sonar a redundancia, pero por lo ya planteado antes, es la única solución a mi problema. Entonces habrá que escoger entre seguir hablando con mis amistades o mantener más distancia por decirlo así. Por que nos guste o no, la comunicación acorta distancias. Sin embargo no es lo único que lo hace. Mantener una comunión espiritual entre las personas queridas, entiéndase compartir el amor hacia Dios, es una comunicación más fuerte que la humana.

A estas alturas cortar de tajo la comunicación sería imposible con ciertas personas, aún más la comunión. Pero cada caso es particular, y hay con quienes puedo seguir hablando, y por lo tanto extrañando y sufriendo, y esa es mi cruz y mi alegría y mi consuelo. Pero hay otras personas con las que ya no se puede hablar, por que la amistad es muy grande y la comunicación muy poca, entonces nos queda solo el compartir el amor que sentimos hacia Dios en todo momento. Mi único consuelo cuando me acuerdo de esas personas y no puedo hablar con ellas, es pedirle a Dios que las cuide y las ame por mi mientras no estoy a su lado, y mi cruz en ese caso es no poder hacerlo yo mismo. Me aferro a no perder la distancia espiritual, por que si nuestros cuerpos están separados no hay problema, pero si nuestras almas, sentimientos y pensamientos empiezan a divagar en mundos distintos, entonces de verdad la amistad por más grande que pudiera ser, moriría en un instante.

1 comentario:

Karla Edith dijo...

raaaammssss asumo que soy de las que extrañas jajaja y yo tambien te extraño un chorro!!! y creeme que las amistades no muereeen (algunas sí, pero no por esas circunstancias jajajaja) las experiencias han sido muchas, las cosas en común son tantaas, el amor es tan grande, el lazo (DIOS) es infinitoo.. claro que no se acaban por una simple distancia física.. todos te queremooosss!!! como tip, podrías bajar el skype y comprar una camarita, así hablamos aqui en mi casa toodos los días con mi hermana y creeme que se aligera la cruz ;).. besoos!