sábado, 30 de agosto de 2008

continuemos..


En que estabamos...

Ah si! mi primera catequesis fue algo decepcionante para mí. No había señores. Recuerdo perfectamente que empezó a chispear y que lalo nos visitó para ver que faltaba y en que nos podía ayudar. Termina la catequesis y es hora de la celebración de la palabra. Eramos una frate de 8 personas, de las cuales 5 era nuestra primera misión. Digamos que la celebración no salió como esperabamos. Había falta de organización, que se noto sobre todo en los cantos (a capela y desafinadísimos)y en la entrada y salida de los misioneros de la capilla. Aún así fue bastante gente (o al menos eso pensaba), lo que no consideré es que era domingo.

Así terminó el segundo día en el fresno. Después de una buena dinámica, y sintiendome realmente agotado por primera vez en mi vida nos fuimos a dormir. Después de un sueño increiblemente reponedor empezó una vez más el tamborileo de saludo al sol de los mexicas. Luego siguiendo con la canción de brazos de sol de Alejandro Filio y Silvio Rdz y luego "vete ya". Bonitos recuerdos. Hicimos nuestras actividades de la mañana, desayunamos juntos, y nos dispusimos a visitar las casas. Casi seguro que me tocó con castro.

El día se repitió en cuanto actividades, claro que en el fresno ningún día es igual (siquiera parecido) a otro. A la hora de la catequesis volvió a chispear, y una vez más no se veían señores por ningún lado. Opté entonces por visitar las casas en busca de señores, con éxito relativo ya que logré platicar con algunos, pero casi siempre apáticos. A la hora de la celebración la cantidad de gente bajo radicalmente. La frate cada vez se enfriaba más, ya no platicabamos en la noche.

Para el cuarto día ya se sentía tensión en el ambiente. Había pequeños "problemas" por estupideces como la comida, el orden en la celebración, etc. Nada grave, pero la tensión se debía mas que nada a la frustración que sentíamos antes la poca respuesta del pueblo. Cada vez iba menos gente a la catequesis y a la celebración. Y entonces empezó a actuar poco a poco el poder del Señor.

Esa mañana como de costumbre nos fuimos de visiteo. No me acuerdo con quien, pero recuerdo que llegamos algo tarde a comparación de los otros días. Ya estaban todos en la escuelita menos una bina: chayo y andrea. Como ya era tarde, supusimos que los habían invitado a comer en alguna casa y no nos preocupamos. Después de bastante rato (ya habíamos acabado de comer y estábamos descansando) llegan Chayo y Andrea sudados y agitados, pero con una sonrisota en la cara. - ¿Qué pasó? Y empieza la historia del buen Chayo:

1 comentario:

Karla Edith dijo...

voy a comentar en todos los "capítulos" jajaja para que veas que si leooo..