- ¡Pero se va a caer tito!
- No se cae, ya súbete
Íbanos en la cajuela de una pick up gris rusticona por no decir vieja. No avanzamos ni 3 cuadras y por alguna razón (no la recuerdo) ya me había pasado a la cabina de adelante. Grita alguien:
- Ladrones!
Veo venir hacia nosotros 3 hombres cargando bolsas de plástico y aspecto mediterráneo. Uno se para justo enfrente de la ventana en la que estoy, me apunta con su revolver.
Alcanzo a levantar la mano, que inmediatamente veo sangrar violentamente, el vidrio estaba roto. Entonces me doy cuenta que mi cara se siente fría y vacía y que toda mi camiseta está empapada. Me acuesto y sólo escucho un líquido chorrear, como una llave abierta.
Hace 12 años.
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