- ¿Cómo estás hermano? espero que el viaje no haya sido demasiado largo.
- Lo fue, pero así mejor, más tiempo para meditar sobre lo que ha de venir
El tercero, o la tercera, debería de decir, toció para llamar la atención, pues se encontraba oculta en las sombras escuchando los saludos de sus visitantes.
- Hermana, una disculpa, no te habíamos visto, de hecho pensé que todavía tardarías un tiempo en llegar.
- Es una noche despejada y hubo pocos contratiempos. Además, el tiempo apremia, hay que trabajar.
- Sí, pero lo primero será platicar larga y tendidamente, no hay lugar para el error.
Los tres se alejaron a la luz de la luna, la brisa en sus caras, el bosque susurrando a sus oídos y los insectos celebrando su encuentro, todos ellos esperando y confiando en los frutos que estos tres, junto con los demás, pudieran traer al mundo.
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